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Planta y fruto de: “Papa de aire” y Fruto de: “Güisamper”.

| Caritas Oficina Nacional

Ambas plantas las cultivan sin aplicación de ningún agroquímico por agricultoras en pequeño, participantes del programa de agricultura sostenible (PAS) implementado por la Pastoral Campesina de Cáritas Diócesis de San Vicente (PCyT de CDSV), en el cantón: Potrero de Batres, San Isidro, Cabañas. Esto reviste aún más importancia de dichas especies para la alimentación humana, etc. pues el cultivo se ubica en la zona geográfica ubicada en el denominado corredor seco salvadoreño.

Planta y fruto de: “Papa de aire”, también conocida como papa aérea, papa voladora. Su nombre científico es: Dioscorea Bulbifera. Es un alimento ancestral que pocos conocemos, es una especie perteneciente a la familia de los ñames (Dioscoreaceae), que ha sido utilizada en la alimentación humana en Asia, áfrica, Australia y América, principalmente por la población campesina e indígena. A diferencia de la papa que crece debajo de la tierra, este vegetal se da de manera aérea (planta trepadora, de bejuco) de ahí su nombre de papa de aire.

Fruto de: “Güisamper”, otros nombres comunes: Cuchamper, huisamper, huichamper, siguamper, su nombre científico es: Gonolobus salvinii.

La planta es un bejuco trepador de duración perenne y donde se encuentre una vez se sabe que todos los años por la misma época la mata estará ahí, tiene un tronco leñoso muy fuerte en su base debido a que trepa mucho hasta alcanzar la copa de los árboles, donde es el lugar preferido para producir sus frutos, su época de floración es en los meses de agosto, septiembre y la época de cosecha es en octubre, noviembre, diciembre, sus florecitas son de color amarillo y verde y al final de las mismas se genera su fruto, aquí les muestro como se ven las flores.

Es época de colectar Güisamperes, el fruto que crece de forma silvestre en nuestros bosques tropicales, un fruto delicioso que solo puede disfrutarse al final de la época lluviosa, por lo que cuando las personas van por las parcelas agrícolas, huertos caseros, etc. observan las copas de los árboles a fin de identificar el mismo y proceden a hacer grandes sacrificios para alcanzar el preciado fruto, ya que muchas veces es necesario trepar hasta 10 a 15 metros de alto para obtenerlo.

Puede comerse crudo, salcochado, asado o hundirse en la miel de caña, etc. mientras hierve. Forma parte de la biodiversidad vegetal nativa silvestre, dieta de las mayorías en la historia de El Salvador. (Fuente Henry Rodríguez, Cáritas Diócesis San Vicente).