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¿Qué sería de El Salvador sin el río Lempa?: La minería sigue siendo una amenaza.

| Caritas Oficina Nacional

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El agua es uno de los bienes más valioso con los que cuenta Centroamérica, sin embargo, este bien se ve amenazado por el modelo extractivista en la economía centroamericana en donde: la minería metálica y no metálica (Ver Vídeo), los monocultivos agrícolas, la industria envasadora de agua, etc., representan las principales amenazas para la sustentabilidad del agua, incluyendo aquellas que se encuentran en las cuencas trasfronterizas.

DSC 3036 CopiarEs sabido que el río Lempa, principal afluente de El Salvador, nace en Guatemala y su cuenca se desarrolla en Honduras y nuestro país. Se estima que hay por lo menos 53 proyectos mineros que amenazan directamente la cuenta del río Lempa en los países de Guatemala y Honduras. En El Salvador el 29 de marzo de 2017 se dio el paso importante de prohibir por ley la minería, pero si nos vemos como región, la minería sigue siendo una amenaza para El Salvador y particularmente para el río lempa.

DSC02606“Por eso creemos que urge que los países de la región centroamericana y particularmente El Salvador, Guatemala y Honduras, convengan un tratado que venga a salvaguardar las aguas transfronterizas”, dijo el representante de Cáritas Guillermo Navarro, durante conferencia que Cáritas, junto a otras instituciones miembros de la Red por Defensa de las Aguas Transfronterizas (RedCaT), brindaran a medios de comunicación, para plantear la urgencia de que los gobiernos vigilen la protección de las aguas compartidas.

DSC 3026 CopiarEn esta línea recientemente Cáritas realizó una gira a Honduras para constatar de primera mano los daños ambientales que provoca la explotación minera metálica. La gira se realizó específicamente al municipio La Unión Copán, departamento de Santa Rosa de Copán, Honduras y se evidenció la destrucción social y ambiental que la minería ha provocado en ese lugar.

DSC 3010 CopiarAl grado que los pobladores que ya fueron reubicados una vez, corren el riesgo de ser reubicados nuevamente por el avance de la minería. Donde antes hubo cerros, ahora sólo hay enormes huecos. Los pobladores además han visto como hasta sus difuntos tienen que ser desalojados.