Como producto de la explotación minera en San Andres, Copan, Honduras, la empresa Minerales de Occidente, ha logrado llegar al campo santo de la comunidad de Azacualpa y las familias están sacando los restos de sus seres queridos.
Es es un camposanto de más de 200 años de antiguedad. Esto demuestra que la ambición de la industria minera esta por encima de cualquier sentimiento humano. También es bueno recordar que con la aprobacion de una ley (como es el caso de El Salvador), no significa que la amenaza desaparezca.
Tenemos que incidir para que la ley se conozca y aplique. Esta información ha sido compartido por la Red Centroamericana en Defensa de las Aguas Transfronterizas, de la cual Cáritas El Salvador es parte.