Skip to main content

Noticias

"El cultivo del cacao nos puede ayudar a mejorar el medio ambiente".

| Caritas Oficina Nacional

En el Cantón La Joya vive Reina Guadalupe Hernández Vásquez (de blusa negra), una joven madre soltera, cuya forma principal de costearse su vida y la de sus dos hijas es trabajar como "jornalera", es decir alquila su mano de obra para trabajar en fincas o sembrados de otras personas. Su ingreso personal no puede promediar más de los cinco dólares diarios. Como muchas y muchos campesinos en El Salvador su seguridad alimentaria es frágil pues depende principalmente de los cultivos de maíz y fríjol, mismos que en el país, debido a los efectos del cambio climático y otros factores, últimamente no han arrojado buenos resultados.

En este panorama llega al Cantón La Joya, ubicado en el Municipio de San Vicente, y en el Departamento y Diócesis del mismo nombre, el Proyecto Alianza Cacao, que busca ampliar "el crecimiento económico general con seguridad enEl Salvador".

"Aquí es bien difícil salir adelante por otros medios", explica Reina refiriéndose al trabajo por jornal y la agricultura de la cuál obtiene su sustento y el de su familia. "Por el cambio climático que ha habido, nosotros lo que tratamos es tener un medio de cómo subsistir de eso, algo para salir adelante y beneficiar más gente de la comunidad", dice esta mujer de 24 años que ha tenido que enfrentar pérdidas en sus cultivos y disminución de su fuente de trabajo.

"Esperamos tener algo en que sostenernos, que sea un sostén para el alimento diario. Aquí como no podemos trabajar sólo en jornales, tenemos que buscar otro medio de como tener ingresos para la familia, para el hogar y que no sea tan cansado porque estos otros trabajos son bien pesados. Lo que es el cacao no lleva ni el gran trabajo y nos puede dar mejores ingresos que trabajando por jornales" comparte Reina llena de esperanza al pensar que puede llegar a tener su plantío de cacao, lo que para ella y otros participantes del proyecto, significaría tener un mejor medio de generar ingresos económicos, esto les permitirá ya no depender sólo del cultivo del maíz y fríjol o sólo del trabajo por jornal.

Reina, de quien dependen dos hijas Katherine y Nicole, de 9 y 5 años respectivamente, dice sentirse contenta con el proyecto Alianza Cacao pues la producción del mismo "nos puede ayudar en el futuro". Ella comparte que anteriormente a la llegada de Cáritas con este proyecto, ya en su comunidad habían hecho un intento de cultivar cacao con el Centro de Tecnología Apropiada (CENTA). "Pero tuvimos el problema de que sembramos dos veces y se nos secaban las plantas. Hoy que viene Cáritas y nos dan el apoyo nuevamente estamos muy motivados a seguir adelante hasta lograr nuestro objetivo". Ella considera que con el proyecto Alianza Cacao han aprendido más porque "en la experiencia pasada habían muchas cosas que no las aprendimos porque en lo del injerto la vez pasada tuvimos bastante pérdidas, fue muy diferente. Ahora estamos obteniendo más conocimiento para cómo tratar las plantas, para no tener el mismo problema que perdimos toda la plantación que teníamos, nos están dando a conocer más lo del cacao", afirma satisfecha Reina.

Actualmente en el Cantón La Joya están participando en el proceso 6 grupos familiares, quienes cuentan ya con un vivero de unas 3 mil plantas. "El siguiente paso sería pasar las plantas a campo, en la parcela que está preparada para sembrar el cacao. Incluso el miércoles se anduvo estaquillando y midiendo donde se van a trasplantar las plantitas", comenta emocionada esta campesina que además de ver el beneficio económico que en un futuro pueda recibir fruto de este esfuerzo, también contempla con alegría el hecho de que con este nuevo plantío va a ayudar a reforestar la zona donde habitan. "En las parcelas donde se va a sembrar el cacao no es necesario deforestar, sino es mejor reforestar el área", explica, "en un futuro queremos ampliarnos más, porque esto también ayuda al medio ambiente y también esperamos que al estar las plantas en cosecha aprender a procesar para hacer un cacao que sea reconocido que se identifique por su sabor y que sea bien elaborado".

Reina nos comparte que sólo esperan que el invierno mejore, dado que por el fenómeno del "niño" ha habido una sequía prolongada, para trasplantar las plantas del vivero a las parcelas que ya están preparadas. Debido a que las posibilidades de un mal invierno son muy altas, los participantes del proyecto se están preparando para enfrentarlo. "Vamos a hacer un sistema de riego para que se puede llevar el agua hasta donde está la planta. Hay que llevar el agua desde el río. El agua se tendría que llevar por medio de una achicadora de agua, y se va a hacer un tanque de captación de agua, esto se hará a corto plazo", manifiesta esta mujer que se ha convertido en una importante lideresa de su comunidad.

El esfuerzo de Reina en hacer que su sembradío de cacao sea un éxito va a la par de sus enormes esperanzas de poder mejorar sus condiciones de vida con el mismo: "Siento que esto es algo nuevo y que trae muy buenos beneficios para la familia y para el medio ambiente y se ve que se pueden obtener mejores ingresos para la familia y dejarles un legado a nuestros hijos. Porque es algo que les puede ayudar en un futuro si ellos se van empapando de esta información. Ya hemos visto en otros lugares que con esto la gente va saliendo adelante, lo recomiendo porque es algo muy bueno es otra forma de procesamiento, trae ingresos y beneficios al medio ambiente. Vale la pena el sacrificio, es algo que de momento no está dando resultados pero que sabemos que dentro de poco los va a dar es algo muy bueno. Agradecemos a Alianza Cacao y Cáritas por el apoyo que nos están brindando porque sin el apoyo de ellos no pudiéramos seguir adelante. Ya nos habíamos quedado desmoralizados, no sabíamos cómo hacer y con este apoyo le hemos puesto ganas de nuevo", añade finalmente Reina Guadalupe Hernández, quien junto a otros miembros de su comunidad, cree que es posible un futuro mejor.