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Conversatorio: Desafíos y Respuestas de la Iglesia al desplazamiento forzado.

| Caritas Oficina Nacional

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La Iglesia celebra la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado desde 1914. Es siempre una ocasión para expresar nuestra preocupación por las diferentes categorías de personas vulnerables en movimiento; para rezar por los desafíos a los que se enfrentan y para sensibilizar sobre las oportunidades que ofrecen las migraciones. Para 2019, el Papa Francisco eligió el tema “No se trata sólo de migrantes”, para mostrarnos nuestras debilidades, llamarnos a la conversión y para que nadie quede excluido de la sociedad, ya sea un ciudadano residente de larga data, o un recién llegado.

conversatoio240919 2¿Sobre qué quiere llamar la atención el Papa Francisco?
Primero, que una persona que emigra o que es desplazada es mucho más que un número: es una persona que tiene una familia, una cultura, unas convicciones religiosas o no, una experiencia laboral, etc., que comparte con otros y que evolucionan en el tiempo. Por otro lado, una persona no es migrante toda su vida.

Segundo, que las dificultades que los desplazados, refugiados y migrantes encuentran son signo de algo que otras muchas personas también padecen, revelan una sociedad herida. «Por lo tanto, no solamente está en juego la causa de los migrantes, no se trata solo de ellos, sino de todos nosotros, del presente y del futuro de la familia humana» (Mensaje JMMR 2019) Por eso, las migraciones, solo se humanizarán si se va humanizando el conjunto de la sociedad.

conversatoio240919 8¿Por qué hacemos este conversatorio?
Queremos reflexionar, como Iglesia y a la luz del mensaje del Papa Francisco sobre el sufrimiento de nuestros compatriotas que huyen de sus hogares por la violencia, la exclusión social y la falta de oportunidades. Queremos reflexionar sobre nuestra respuesta y los desafíos que tenemos para que esta responda a ese reto que nos lanza el Papa, resumido en los cuatro verbos: acoger, proteger, promover e integrar.

Creemos necesario leer, a través de las familias desplazadas por la violencia de hoy y de ayer, como a través de las personas que han emigrado forzosamente o por su situación económica, los signos de los tiempos. Necesitamos iluminar a través de la fe estas realidades para dar una respuesta integral, incluyente y transformadora de las condiciones de fondo que dan pie a los problemas de los que huyen o que obligan a estas personas a irse. Jornada Mundial del Migrante y el Refugiado 2019

conversatoio240919 9La Iglesia celebra la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado desde 1914. Es siempre una ocasión para expresar nuestra preocupación por las diferentes categorías de personas vulnerables en movimiento; para rezar por los desafíos a los que se enfrentan y para sensibilizar sobre las oportunidades que ofrecen las migraciones.

Para 2019, el Papa Francisco eligió el tema “No se trata sólo de migrantes”, para mostrarnos nuestras debilidades, llamarnos a la conversión y para que nadie quede excluido de la sociedad, ya sea un ciudadano residente de larga data, o un recién llegado.

¿Sobre qué quiere llamar la atención el Papa Francisco?
Primero, que una persona que emigra o que es desplazada es mucho más que un número: es una persona que tiene una familia, una cultura, unas convicciones religiosas o no, una experiencia laboral, etc., que comparte con otros y que evolucionan en el tiempo. Por otro lado, una persona no es migrante toda su vida.

Segundo, que las dificultades que los desplazados, refugiados y migrantes encuentran son signo de algo que otras muchas personas también padecen, revelan una sociedad herida. «Por lo tanto, no solamente está en juego la causa de los migrantes, no se trata solo de ellos, sino de todos nosotros, del presente y del futuro de la familia humana» (Mensaje JMMR 2019) Por eso, las migraciones, solo se humanizarán si se va humanizando el conjunto de la sociedad.

Claves del mensaje del Papa

No se trata solo de migrantes, se trata de nuestros miedos.
“El problema no es el hecho de tener dudas y sentir miedo. El problema es cuando esas dudas y esos miedos condicionan nuestra forma de pensar y de actuar hasta el punto de convertirnos en seres intolerantes, cerrados y quizás, sin darnos cuenta, incluso racistas.”
No se trata solo de migrantes, se trata de la caridad
“A través de las obras de caridad mostramos nuestra fe. Y la mayor caridad es la que se ejerce con quienes no pueden corresponder y tal vez ni siquiera dar gracias. Lo que está en juego es el rostro que queremos darnos como sociedad y el valor de cada vida.”
No se trata solo de migrantes, se trata de la humanidad
“La compasión toca la fibra más sensible de nuestra humanidad, provocando un apremiante impulso a ‘estar cerca’ de quienes vemos en situación de dificultad. Como Jesús mismo nos enseña, sentir compasión significa reconocer el sufrimiento del otro y pasar inmediatamente a la acción para aliviar, curar y salvar. Sentir compasión significa dar espacio a la ternura que a menudo la sociedad actual nos pide reprimir”.
No se trata solo de migrantes, se trata de no excluir a nadie
“El mundo actual es cada día más elitista y cruel con los excluidos. Los países en vías de desarrollo siguen agotando sus mejores recursos naturales y humanos en beneficio de unos pocos mercados privilegiados. Las guerras afectan solo a algunas regiones del mundo; sin embargo, la fabricación de armas y su venta se lleva a cabo en otras regiones, que luego no quieren hacerse cargo de los refugiados que dichos conflictos generan.
Quienes padecen las consecuencias son siempre los pequeños, los pobres, los más vulnerables, a quienes se les impide sentarse a la mesa y se les deja solo las ‘migajas’ del banquete.”
No se trata solo de migrantes, se trata de poner a los últimos en primer lugar
“Jesucristo nos pide que no cedamos a la lógica del mundo, que justifica el abusar de los demás para lograr nuestro beneficio personal o el de nuestro grupo: ¡primero yo y luego los demás! En cambio, el verdadero lema del cristiano es ¡primero los últimos! En la lógica del Evangelio, los últimos son los primeros, y nosotros tenemos que ponernos a su servicio”.
No se trata solo de migrantes, se trata de la persona en su totalidad, de todas las personas
“En cada actividad política, en cada programa, en cada acción pastoral, debemos poner siempre en el centro a la persona, en sus múltiples dimensiones, incluida la espiritual. Y esto se aplica a todas las personas, a quienes debemos reconocer la igualdad fundamental”.
No se trata solo de migrantes, se trata de construir la ciudad de Dios y del hombre
En nuestra época, también llamada la era de las migraciones, son muchas las personas inocentes víctimas del ‘gran engaño’ del desarrollo tecnológico y consumista sin límites. Y así, emprenden un viaje hacia un ‘paraíso’ que inexorablemente traiciona sus expectativas. Su presencia, a veces incómoda, contribuye a disipar los mitos de un progreso reservado a unos pocos, pero construido sobre la explotación de muchos”.