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Para el pueblo un milagro, para los que no quieren creer un fenómeno más.

| Cáritas Nacional/I.Vallecillo

"El Milagro que le pedimos al Señor por intersección de Monseñor Romero es la unidad y paz de los salvadoreños", era la frase obligada para muchos de los asistentes al acto de beatificación de Monseñor Oscar Arnulfo Romero. Una de las voces que expresó esta oración fue la del Cardenal Angelo Amato, enviado especial de Su Santidad Papa Francisco, para el acto de beatificación que se realizó este día y en el que para muchos se concretó un evento extraordinario, al que los fieles calificaron de milagroso.

 

En la parte culminante del acto de beatificación del mártir salvadoreño, repentinamente un círculo, a manera de arcoíris rodeó el sol. Muchos exclamaron a una voz "milagro" y las lágrimas corrieron por los rostros de una gran cantidad de personas que se aglutinaban por millares alrededor de la Plaza del Divino Salvador del Mundo donde se efectuó la Eucaristía, durante la cual Monseñor quedó oficialmente incluido en la lista de los beatos de la Iglesia Católica.

Si la rara manifestación atmosférica fuera o no un milagro, lo cierto es que las y los salvadoreños clamaron a Dios, por intercesión del beato Oscar Arnulfo Romero, por otro milagro: el cese a la violencia demencial y la paz en El Salvador.